¿Cómo bañar al recién nacido?

Es normal que los padres primerizos no sepan muchas cosas del bebé que después de un tiempo van a saber de memoria y una de ellas es la forma en la que lo tienen que bañar. Normalmente se sienten inseguros, miedosos y no saben cómo sujetarlo o las precauciones que deban tener.

Muchos padres no saben incluso cuál es la temperatura adecuada en la que debe estar el agua, pero no se preocupen, son preocupaciones normales de padres que hasta ahora están viviendo esta maravillosa experiencia.

El baño de los bebés es la oportunidad perfecta para que le transmitas todas las sensaciones de bienestar pues está sumergido en agua cálida que hace que se relaje. Es importante hacerlo todos los días a la misma hora, por ejemplo, antes de cenar, pues le propicia un descanso nocturno excelente.

Es importante que todo esté preparado: champú, jabón, pañales, ropa limpia, una bañera, una esponja, un peine y un termómetro de baño. Cuando tengas todo lo anterior ya listo, lávate las manos y cierra bien la puerta y la ventana de la habitación donde lo vayas a bañar.

El baño del bebé paso a paso.

  • Primero debes asegurarte que la temperatura ambiente del cuarto de baño debe ser cálida y oscilar entre los 23 y los 25 grados centígrados. Comprueba además que la bañera esté limpia y llénala con agua tibia (de 35 a 37 grados).
  • En segundo lugar, desnuda al bebé, límpiale la zona que está en contacto con el pañal y envuélvela en una toalla mientras le limpias su carita y orejas con un algodón ligeramente mojado.
  • Después de esto, sostén al bebé con tu brazo derecho de manera que la cara interna del codo sostenga su cabeza y tus manos lleguen a su cola. Inclínalo sobre la bañera y con la mano izquierda empieza a echarle agua.
  • Cuando ya le hayas lavado la cabeza, sostén los hombros del bebé con una mano introduciendo los dedos por debajo de su axila mientras sujetas las piernas o el trasero con la otra mano, haciendo que su cabeza quede fuera del agua mientras utilizas la otra mano para lavarlo.
  • Es importante que no dejes de sonreírle ni hablarle mientras lo bañas.
  • Con o sin esponja debes lavar, enjuagar y secarlo de arriba abajo. Primero inicia con el pecho, los bracitos, las manos y luego las piernas y los pies.
  • Ahora gira al bebé para lavar su espalda y nalgas. Cuando ya esté totalmente limpio levanta al bebé con suavidad y arrópalo con una toalla.
  • Sécalo bien y comienza a vestirlo de arriba abajo para que no pierda calor.

Fuente: http://www.guiainfantil.com/

 

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