La piel del recién nacido.

Es claro que la piel es el mayor órgano del cuerpo humano y cuando se espera un bebé se tiene ansiedad de saber cómo va a ser. Frecuentemente existe la pregunta ¿cómo es la piel del recién nacido? Más allá del color existen ciertas características de tu delicada dermis.

Cuando nace, la piel del bebé está cubierta por una sustancia sebácea llamada ‘vérnix caseosa’ que tiene como función, en el interior del útero, protegerla. Ésta función puede durar dos horas más después de haber nacido.

Es normal que su piel esté arrugada, hay que tener en cuenta que ha estado nueve meses en contacto con líquido amniótico y como no ha recibido luz directamente, su piel parece como si fuera rojiza o morada mientras se adapta al clima; antes de que el bebé respire por primera vez, con el llano inicial, la piel se oscurece.

Otra de las características que presenta su piel es que tiene ‘lanugo’, un vello fino y suave que recubre el cuero cabelludo, la frente, las mejillas, los hombros y la espalda. Es más frecuente en bebés prematuros y debe desaparecer en las primeras semanas de vida.

Depende del tiempo de la gestación también pueden observarse otras características de su dermis.  Algunos bebés prematuros tienen la piel delgada y transparente mientras que un bebé que no lo es tiene la piel más gruesa.

Alteraciones frecuentes en la piel de los recién nacidos.

  • Es normal la descamación de la piel del bebé fisiológica. Se produce más que todo en las muñecas, dorso, manos, pies, rodillas y a veces en el tórax. En este caso es recomendable utilizar un poco de loción o aceite que hidrate la piel.
  • La ictericia sucede cuando la piel del bebé se pone amarilla resultado de la no eliminación de la bilirrubina, también puede producirse una coloración en los ojos y es común en recién nacidos a partir más o menos de las 48 horas de vida y se reduce gracias a la fototerapia. Es normal, dura aproximadamente 10 días.
  • Milium son unos granitos blancos que aparecen en el rostro del bebé. Se tratan de pequeños quistes de grasa que aparecen solos o agrupados en la frente, mejilla, nariz y barbilla. A estos granitos no hay que apretarlos ni tratar de quitarlos pues desaparecen de forma espontánea durante el mes y los tres meses de vida.
  • Los angiomas planos o nevos simples son unas manchas rojizas que se conocen también como ‘el beso del ángel’ y la ‘picadura de la cigüeña’ que aparecen en la nariz, párpados o nuca y que desaparecen hacia los seis meses aproximadamente.

Fuente: http://www.guiainfantil.com/

Share this post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *