La malnutrición y sus consecuencias.

Algunos especialistas cuentan cómo puede afectar la mala ingesta de alimentos desde la primera infancia. Todo va desde el embarazo, pues el feto requiere nutrientes que intervienen en su formación, en su desarrollo y en el crecimiento de sus órganos, entre ellos nada más y nada menos que el cerebro.

“Durante los primeros meses de la gestación se presenta la multiplicación de las neuronas y otras células del cerebro del bebé. Si por alguna razón no hay una nutrición adecuada, las células no se multiplican y el cerebro no crece como debería crecer”, así lo explica Álvaro Izquierdo Bello, docente y neurólogo pediatra.

Después de esto, las células tienen que madurar y hacer conexiones entre ellas y si existen fallas nutritivas no se genera la comunicación, ni la unión entre ellas, ni el proceso de mielinización que es el que permite que se den las transmisiones de impulsos nerviosos.

Durante la infancia el desarrollo del cerebro, en un 90%, termina a los 5 años de edad. Pero el estado crítico de su proceso evolutivo y de formación es hasta los 2 o 3 años. Si a lo largo de esta etapa existe alguna deficiencia de nutrientes que sean fundamentales para su formación, por tiempo prolongado, “se producen problemas en el desarrollo cognitivo y de aprendizaje en el futuro. Luego, si se hace una rehabilitación nutricional en niños mayores, ésta no tendrá la misma eficiencia que tiene en los menores de 3 años”, señala Ángela María Rodríguez, nutricionista y dietista del Centro Colombiano de Nutrición Integral (CECNI).

Todo esto conlleva a un claro desbalance del desarrollo del niño. Por ejemplo, especialistas de la Universidad de Bristol (Reino Unido), comprobaron que una dieta que está basada en alta dosis de grasa y azúcar durante los primeros años de vida puede afectar el desarrollo del coeficiente intelectual de los niños.

Retardo mental, deficiencias en el desarrollo cognitivo, visual y de aprendizaje son algunas de las consecuencias que causa tener una mala alimentación durante una primera etapa de vida. Problemas de tención, hiperactividad, dificultades motoras y posterior a esto, problemas de razonamiento abstracto, síntesis y análisis.

Fuente: http://www.abcdelbebe.com/

 

 

 

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