El desarrollo infantil.

El desarrollo en general es concebido como un proceso de reconstrucción y crecimiento permanente. No es algo lineal, es decir, se caracteriza por ser irregular, por avanzar, retroceder, no tiene etapa final pues nunca concluye, siempre continúa.

Existen 3 afirmaciones que son tradicionales y “verdaderas” si de desarrollo hablamos:

  • El desarrollo no es lineal: se reconoce la necesidad de abandonar la comprensión del desarrollo como una sucesión estable de etapas y avanzar más bien hacia la apropiación de un modelo de comprensión del funcionamiento cognitivo, entendido como un espacio en el que cohabitan comprensiones implícitas y explícitas. Nunca hay un final definitivo en el proceso del conocimiento. Siempre hay reorganizaciones que llevan a una transformación sin límites rígidos.
  • El desarrollo no empieza de cero: el desarrollo afectivo, social y cognitivo no se pueden pensar desde un punto cero inicial. No se trata de un comienzo definitivo, no se parte de cero. Siempre hay una base sobre la cual los procesos funcionan.
  • El desarrollo no tiene una etapa final: en el otro extremo se puede decir que nunca hay un final definitivo en el proceso del conocimiento. Siempre hay reorganizaciones que llevan a una transformación sin límites precisos.

Ahora, si hablamos de las competencias que adquieren los niños cuando están en la primera etapa de vida, se comprenderían como las habilidades, los “haceres” y “saberes” que adoptan a lo largo de su desarrollo. Éstas no se muestran directamente sino a través de los desempeños y acciones que realizan los menores en algunas situaciones cotidianas, el cómo actúa frente a.

Las experiencias reorganizadoras se conocen como el funcionamiento cognitivo que marca momentos importantes en la vida de los pequeños y en todo su desarrollo; sirve de base para desarrollos posteriores, más avanzados, elaborados, que están en otro nivel. Dichas experiencias son el resultado de la integración de todas las capacidades previas que permiten que los niños se abran a nuevos conocimientos de una manera más compleja, todo de acuerdo a su edad y a su entorno actual.

El tema del desarrollo en los niños es fundamental, pues de éste dependen muchas cosas en la vida del menor, desde su forma de ver las cosas y desenvolverse en su entorno, hasta cómo saber interactuar con las demás personas. El acompañamiento por parte de los padres debe ser del 100%, pues cuando ellos están pequeños, los adultos se convierten en esa guía, en esos ‘pasos a seguir’ para saber afrontar las diferentes situaciones que en la vida se presentan.

Fuente: http://www.mineducacion.gov.co/

 

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