Desarrollo de la psicomotricidad fina.

Este tipo de desarrollo es fundamental para los niños pues en esta etapa es cuando se abren todas las puertas a la experimentación y al aprendizaje sobre lo que los rodea y es por esto que la psicomotricidad fina tiene un papel fundamental en el desarrollo de la inteligencia en sí.

Hay que tener en cuenta que este aprendizaje puede tener altas y bajas a pesar de que se realice en un ciclo progresivo, por esto, es importante que los padres se preocupen si en algún momento ven que el niño empieza a mostrar frustraciones o quiere hacer todo aceleradamente. Debemos recordar que tanto papitos como hijos son nuevos en este proceso que es natural en el aprendizaje.

Cuando el bebé tiene de 0 – 2 meses, el reflejo prensil predomina en el recién nacido. Por ejemplo, cuando se le roza la palma de su mano, inmediatamente la cierra inconscientemente. Esto desaparece a través del tiempo y alrededor de los 5 meses más o menos, por el momento, el bebé no tendrá control sobre este tipo de reacción frente a una acción. Cuando ya vayan 8 semanas desde su nacimiento, empezará a jugar y a descubrir muchos elementos con sus manos; al inicio solo se tratará de tocar, pero cuando lleguen los 3 meses aproximadamente, el bebé involucrará la vista.

De los 2 – 5 meses se inicia el proceso de la coordinación entre el ojo y la mano y con este proceso inicia una etapa llamada “ensayo y error” que consiste básicamente cuando el niño trata de ver los objetos y posteriormente agarrarlos con sus manos. La mayoría de los bebés sí pueden agarrar un objeto que esté a su alcance solamente viéndolo, no viendo sus manos. A este logro se le llama “máximo nivel de alcance” y se considera parte fundamental del desarrollo psicomotriz de los niños.

Cuando el bebé alcanza la edad de 6 – 9 meses puede sostener un pequeño objeto durante un tiempo determinado y muchos comienzan a golpear lo que tienen entre las manos; hay que tener en cuenta que su habilidad todavía sigue siendo torpe y es normal que las cosas se les suelten y se caigan. Aquí inicia la etapa de querer llevarse todo a la boca.

En la etapa de 9 – 15 meses, los niños alcanzarán un logro motriz más significativo para ellos y su evolución, que es el de aprender a hacer una serie de “tenazas” con las manos que le ayudan a pellizcar objetos y a separar las piezas grandes de las pequeñas.

Ya cuando el niño tiene entre 1 – 3 años, inicia su capacidad de desplazamiento llegando así sus primeros pasos. Cuando llegan a esta etapa, los menores tienden a desarrollar la capacidad de manipular objetos de manera más compleja, por ejemplo, insertan piezas faltantes en algunos juegos, manipulan bien las páginas de un libro, cierran y abren cajones, etc.

De 3 – 4 años empieza la etapa escolar y con ella las situaciones a las que los pequeños se tienen que enfrentar. Cuando tienen 3 años su control sobre el lápiz es mucho mejor y se demuestra al dibujar un círculo o una persona. En el aula de clase, aprenden a manipular tijeras, plastilina y otros materiales.

Es importante que desde casa se estimule correctamente a los niños para que este desarrollo psicomotriz no venga cargado de inconvenientes o problemas de aprendizaje, entre más interactúen los niños es mejor; que conozcan el entorno en que se desenvuelven los ayuda de manera grata a sentirse cómodos en él.

Fuente: http://www.guiainfantil.com/

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