Es uno de los momentos más ansiados por los emocionados padres. Esa sensación de tener a tu hijo en brazos, verlo y sentir su pequeño cuerpecito cerca de ti es algo indescriptible. La primera impresión al verlos es su fragilidad. Son seres pequeños, con huesos frágiles y músculos aun sin desarrollar. Por eso, es importante que tengas en cuenta las maneras a la hora de alzar a tu bebé.

Recuerda que el contacto físico con tu bebé es muy importante, pues cuando lo alzas, lo abrazas o besas, estas desarrollando sus sentidos y mejorando su salud y felicidad. Está demostrado que sentirte cerca le da tranquilidad y seguridad a tu bebé. Además, así él desarrolla sentidos como el olfato y el tacto. ¡Cárgalo mucho y consiéntelo por montones!

Primero que todo, es muy importante que cuando lo alces lo hagas en lo posible con las dos manos, pues durante los primeros meses son muy delicados. Cuando lo tengas en brazos, es indispensable que sostengas su cabecita, pues hasta después de los tres meses de nacidos los bebés no pueden sostenerla, por lo que el cuello es una zona bastante susceptible.

Si lo vas a alzar de frente hacia ti para que su cabeza descanse en tu hombro, debes utilizar una mano para sostener su colita y la otra para tener su cabecita o cuello. De esta manera tu pequeño quedará protegido y de frente a ti, mientras utilizas las dos manos para sostenerlo haciendo que él se sienta cómodo y seguro. Si deseas cargarlo para que el bebé quede boca arriba, sostenlo con una mano de su nalguita y espalda y con la otra de su cabecita. Recuerda siempre no descuidar su cabeza y cuello. También son bastante útiles los cargadores de bebés, pues el niño queda en una posición cómoda y tu puedes realizar tus actividades usando las dos manos. Recomendado si necesitas alzar a tu bebé y debes realizar otro tipo de actividades.

Si la idea es acostarlo, la forma correcta de hacerlo es poniendo un brazo debajo de él, de manera que el brazo cubra desde su colita hasta su cabecita tratando que su cuerpo quede recto, de manera horizontal.  Cuando lo vayas a acostar, primero coloca su cola en la cuna y poco a poco lo vas acostando hasta que su cabeza quede recostada.

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Fuente: pequenin.com