Sabemos que muchas personas se han preguntado por qué los seres humanos dependemos tanto tiempo de nuestros padres en comparación con los animales, que recién nacen, ya están caminando al lado de su madre sin ninguna dificultad. Pues bien, todo reside en el cerebro, que requiere mucho más tiempo de maduración que el de la mayoría de especies.
Es claro que un bebé tarda más de un año en aprender a caminar, por lo que va a depender de su madre hasta que lo logre hacer a la perfección. Caminar para él no es una habilidad innata, sino que debe desarrollarla, es un aprendizaje constante. Las habilidades que tiene “incorporadas” el bebé son básicamente de supervivencia: succionar para alimentarse, llorar para tener la atención de un adulto o cerrar las manos para aferrarse a algo.
Y la pregunta que surge es: ¿qué tiene que ver esto con la estimulación temprana? Y tiene mucho que ver, porque ésta tiene como objetivo aprovechar la capacidad de aprendizaje que se tiene en ese lapso de vida y la adaptabilidad que tiene el cerebro en beneficio del bebé. Por esto, los padres deben mediante ejercicios repetitivos empezar a estimular al menor para que se potencien todas sus capacidades cerebrales. No solo reforzarán aspectos intelectuales, como su capacidad de lectura o su habilidad en las matemáticas sino que la estimulación temprana permite que los menores potencien capacidades físicas, motrices, sensoriales y sociales.
El tema de la estimulación temprana es un tema que no hay que tomarse a la ligera, pues de lo que hagamos de nuestros pequeños el día de hoy, será su éxito en el futuro. Método Bebé Políglota es un entrenamiento neuronal multilingüe que permite que los niños menores de 7 años, a través de actividades lúdicas y divertidas, estimulen toda su inteligencia y adopten información que quedará guardada de por vida.
Fuente: http://www.crianzanatural.com/