La estimulación temprana adecuada para la capacidad de cada niño.
El periodo infantil es el más importante en la vida del ser humano, no sólo por la importancia que tiene para el desarrollo emocional, sino porque en esta etapa (0 a 6 años) el desarrollo del cerebro del niño se realiza de manera espectacular. El cerebro humano es el portador de la inteligencia y ésta se encuentra extendida en todos los puntos de la masa cerebral para la realización de diversas funciones.
Por esta razón los científicos plantean que la masa neuronal es el órgano de la inteligencia y responde a las necesidades del comportamiento intelectual (pensamiento) del hombre, es decir, la inteligencia es el factor determinante del comportamiento intelectual y la materia neuronal es simplemente el soporte. El cerebro, por tanto, le es necesario a la inteligencia para que su acción sea una acción estrictamente humana.
El niño no es un hombre pequeño, es un ser en desarrollo de cuyas estructuras orgánicas la más inmadura es el sistema nervioso. Al nacer, el niño cuenta con gran cantidad de neuronas, pero estas aún no han alcanzado su total desarrollo y los hemisferios cerebrales aún no entran en funcionamiento.
Los estudios revelan que el hemisferio derecho se relaciona con la expresión no verbal y el hemisferio izquierdo con la expresión verbal. Cuando el niño nace (incluso en el útero) y el cerebro se empieza a formar, las posibilidades de conexión son prácticamente ilimitadas y a partir de ese momento la constitución de nuevos circuitos comienza a disminuir. Así, las posibilidades a los 0 años son ilimitadas y a partir de los 7 años son muy escasas. No obstante, a los 3 son mayores que a los 5, y a los 5 más amplias que a los 7, y así sucesivamente.
Cuando el niño nace, incluso antes, empieza una carrera contra reloj en la que cada día que no se utiliza se pierde para siempre. Con lo cual, si las posibilidades de desarrollo cerebral del niño se restringen, no va a ser culpa del niño, sino que va a ser responsabilidad del medio en el que se halla (la familia y/o los educadores).
Nuestro cerebro está constituido por neuronas. Una sola neurona puede ser utilizada para múltiples funciones e incluso componentes de un circuito pueden ser utilizados en distintos contextos. Lo verdaderamente importante es que existan y se sigan constituyendo estos circuitos o conexiones neuronales denominados sinapsis. Cuantas más conexiones neuronales haya, más capacidades podrá deparar ese cerebro.
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