Al principio puede ocurrir que el niño no le preste toda su atención, pero será por un período corto hasta que se habitúe al programa. En esa etapa, no es tan grave, ya que aunque no mire las imágenes, sí escucha la vocalización de las palabras y la musicalización, por ende su oído se irá acostumbrando a los rangos sonoros producidos por los diferentes idiomas.
Por otro lado, si se distrae mucho y no le presta atención en absoluto, es conveniente parar y realizarlo en otro momento en el que el niño esté más tranquilo.