Los niños a medida que van creciendo, van desarrollando ciertas habilidades que permiten que se activen todas sus capacidades e inteligencia. Algunas de ellas son:
El desarrollo del pensamiento: Todas las personas, incluso antes de nacer, pasan por un camino de crecimiento que determina el físico y además, el crecimiento psicológico.
Existen distintas etapas de evolución de dicho crecimiento que tienen características especiales en cada individuo. Por esto, es muy importante que se conozcan cuáles son estas etapas y qué es lo que las caracteriza para poder entender un poco la mentalidad de los niños y así mismo fortalecer y aportar a su desarrollo. Cada paso de la evolución está definido por algunos parámetros que se deben tener en cuenta para educar a los pequeños:
Áreas del desarrollo.
Es claro que cada persona se desarrolla en un área específica que puede ser entre un desarrollo social, afectivo, motor, de lenguaje y de pensamiento; todas relacionadas entre sí pues el proceso del desarrollo es continuo y global, además, todas están interconectadas durante el proceso mismo de crecimiento y todas se van generando de forma conjunta.
Es importante que se conozcan todas estas áreas, pues así mismo se sabrá en qué hace falta reforzar un poco más para incentivarla a su total desarrollo.
- Etapas del desarrollo cognitivo del pensamiento.
Según Piaget, el desarrollo del pensamiento se divide de la siguiente manera:
- Periodo sensoriomotor (0 – 2 años): Durante esta etapa la inteligencia de los niños es práctica y se centra en el aquí y ahora, pues lo niños se relacionan a través de los sentidos y la acción.
Durante este periodo, la acción de los niños evoluciona hasta los reflejos, que finalmente se convierten en hábitos; tiempo después, adquieren reacciones circulares y se empiezan a crear “esquemas mentales” permitiendo que el niño de una u otra manera inicie a tener análisis frente a las cosas que ve o que quiere hacer.
Seguido a esto, el bebé muestra interés por el mundo exterior y comienza con las acciones intencionadas; cuando este periodo termine, el menor adopta la capacidad de representación, es decir, busca objetos escondidos, entendiendo que hay algo que está pero que no puede ver y así mismo intenta solucionar la situación.
- Pensamiento preoperacional (2 – 7 años): Aquí, el niño avanza en su manera de pensar. Se produce la aparición del funcionamiento simbólico, es decir, el niño empieza a reconocer y a utilizar los símbolos para representar cosas, lugares, personas, etc.
Lo que se puede hacer para favorecer el desarrollo del menor durante esta etapa, es empezar a utilizar juegos simbólicos con el menos, es decir, se puede jugar al médico, al profesor, etc.
- Pensamiento de operaciones concretas (6 – 12 años): En esta etapa el menor logra grandes avances en su pensamiento, adquiere mayor noción de las cosas y del entorno donde se desarrolla; el pensamiento se vuelve lógico, se empieza a basar en el razonamiento.
Es recomendable que durante este lapso de años, los padres empleen en los niños problemas de matemáticas por ejemplo, para que el niño, al hacer varios, tenga en cuenta los errores que cometió en el anterior y así pueda llegar a resolver uno sin ningún inconveniente. Además, es bueno que se les ayude a plantearse preguntas que tengan que ver con su cotidianidad para que él las responda teniendo un referente real.
- Pensamiento formal abstracto (12 años en adelante): Aquí se logra la abstracción sobre conocimientos observados previamente, lo cual permite que exista un razonamiento lógico, inductivo y deductivo, el niño ya tiene la capacidad de plantear sus propias hipótesis.
Los padres deben emplear hechos cotidianos y de ellos, preguntarle al menos qué factores cree que lo han provocado; hacer debates también es una acción que potencia esta etapa del desarrollo, pues el pequeño podrá expresar su punto de vista, etc.
Fuente: http://www.educapeques.com