En la década de los noventa se popularizó la teoría de que escuchar música de Mozart incrementaba la inteligencia de los bebés y a partir de entonces comenzaron a comercializarse productos que facilitaban este proceso, así como artefactos que permitían que el feto escuchara música.
Investigaciones realizadas en la Universidad de California Irvine demostraron que los estudiantes que escuchaban música de Mozart cumplían de mejor manera las tareas donde tenían que imaginar formas. Unos 15 minutos después, eran mejores en pruebas en las que tenían que predecir la forma que tomaría un papel doblado una vez desdoblado. Sin embargo, aún continúan las investigaciones que determinarán la realidad de estos resultados.
El primero en difundir el efecto Mozart fue el músico, pedagogo, escritor y profesor Don Campbell entre los años ochenta y noventa, después de hacer investigaciones sobre la formación y el desarrollo del cerebro del bebé desde su concepción. A partir de allí se plantea la importancia del sonido en el aprendizaje.
La música ejerce sobre la mente un efecto muy relajante que permite aliviar tensiones e incluso atenúa los posibles miedos. Estudios científicos han demostrado que la música de Mozart tiene influencia en el comportamiento de los bebés, proporcionándoles mayor desarrollo intelectual y creativo.
Método Bebé Políglota es un novedoso sistema de entrenamiento neuronal multilingüe donde los niños a través sonidos activan y desarrollan todas las habilidades que tienen por explorar.