Existen varias razones por las cuales tu bebé está rechazando la leche materna o de fórmula, puede ser problemas de metabolismo, el chupo, etc. Para esto existen soluciones pero lo más importante es que consultes lo más pronto posible a tu médico de confianza si esto llega a ocurrir.
Existe un trastorno en la fisiología de los bebés según explica el pediatra Oswaldo Mercado Hoyos que se debe a una condición de predisposición familiar que es la alergia a la proteína de la leche que se puede manifestar tanto en la leche materna como en la formulada.
Usualmente esto se ve en los bebés que tienen antecedentes familiares de alergia y cuando inician el proceso de lactancia, presentan síntomas como sangre por el intestino, cólicos, vómitos y lesiones en la piel. Hay que tener en cuenta que lo primero que se debe hacer en un caso como estoy es restringir la leche y cualquiera de sus derivados conservando, en la medida de lo posible, la lactancia materna. Ya si esto no funciona, como bien lo dice el especialista: “existen preparados especiales que se llaman leches extensamente hidrolizadas, que se indican y con las cuales a los bebés les va muy bien. El bebé va a crecer muy bien”.
Aparte de esta existen otras razones por las cuales el menor puede rechazar la leche materna asociadas a la lactancia o a alguna característica del seno femenino. La nutriológica Silvana Dadan y profesora de la Universidad de El Bosque, afirma que el bebé puede rechazar dicha leche cuando existe algún trastorno en el pezón de la mamá, por ejemplo, pezón invertido, cuando hay demora en la leche o cuando sale con demasiada fuerza pues el bebé se puede atorar.
Cuando tu bebé rechaza la leche formulada puede ser por algún motivo del chupo, de pronto éste tiene la boquilla muy abierta y le molesta o muy pequeño. A veces, cuando es este tipo de leche, lo recomendable es dársela al bebé con cuchara en vez de un chupo.
Fuente: http://www.abcdelbebe.com/