Una cosa es que para los niños no haya nada mejor que andar con los pies descalzos y otra cosa es la preocupación que esto le causa a los padres al pensar que se resfriarán o dañarán sus pies. Contrario a lo que muchos piensan, el andar descalzos a los niños les genera muchos beneficios, entre ellos están:
- Hace que ellos conozcan más de cerca su cuerpo y vean cómo funcionan y se mueven los deditos de sus pies, como huelen, como son. Así que si tu bebé se lleva sus dedos del pie a la boca, no te alarmes, está conociendo su cuerpo, lo recomendable es que lo tengas bien aseado.
- Ayuda en la formación del arco de la planta del pie evitando los famosos “pie planos”. Caminar descalzo es un buen ejercicio para dar forma a todos los huesos del pie.
- Facilita y estimula a los niños a caminar.
- Ofrece más experiencias sensoriales al niño, es decir, siente más y si está sobre arena, césped, o en otra textura, mejor. Claramente hay que asegurarse que donde vaya a pisar el niño esté libre de cualquier objeto que le pueda hacer daño.
- Evita que los niños tengan hongos así como callos y mal olor en los pies ya que sudan menos.
Si el niño en algún momento llega a sentir frío o si a los padres no les gusta que ande descalzo, lo recomendable no es ponerle un zapato sino unas medias, además de cubrirlo, el niño no se resbalará; también es importante que los pies de los niños estén secos.
Según un estudio titulado ‘Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes” realizado por Isabel Gentil García, profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid, se conoce que el movimiento a través de los pies descalzos mejora el desarrollo intelectual de los bebés.
Fuente: http://www.guiainfantil.com/